Ya están cercanas las elecciones municipales, y en Lima las cosas están bastante polarizadas entre dos candidatas. Por un lado, Susana Villarán-a quien la izquierda impulsa como su candidata- crece como la espuma obteniendo el 33% de las preferencias electorales, mientras que Lourdes Flores-la candidata pepecista identificada con la derecha-, desciende al 31%, según la última encuesta realizada el 9 y 11 de septiembre por Ipsos Apoyo. La tendencia que se muestra en las encuestas le es bastante favorable a Villarán. De hecho la proyección hecha tomando los resultados de las principales encuestadoras establece que de seguir así ella ganaría la alcaldía de Lima con un 41% de los votos. (1)
¿Cómo se explica la vertiginosa subida de Susana Villarán en las encuestas? ¿Qué rol juegan los medios de comunicación? ¿La izquierda ha tenido un papel determinante en todo esto?
Ideología y medios de comunicación
Muchos dirán que el ascenso de Villarán se debe a su carisma, a su capacidad de llegada con la gente, y sobre todo a la torpeza política de Alex Kouri, que hizo que su candidatura fuera tachada, y que su lista Cambio Radical bajara del segundo lugar al quinto lugar con un 2% de apoyo. Pero, es necesario analizar el rol que han jugado y juegan los medios de comunicación y los discursos que estos generan en los procesos electorales.
Los medios de comunicación en las sociedades modernas, son el arma por excelencia que tienen las clases dominantes para controlar la opinión de las mayorías. En ese sentido, cumplen la función de reproducir la Ideología hegemónica a través de una serie de discursos políticos y culturales. Han teorizado sobre esto diversos académicos marxistas y no marxistas dentro de los cuales destacan Stuart Hall y su teoría de la hegemonía de bases gramscianas, la escuela de Frankfurt con su concepto de sociedad de masas, Jameson y las industrias culturales, Zizek y su análisis sobre la Ideología en las sociedades del capitalismo tardío , etc.
Todos ellos, tienen un hito en común: Louis Althusser y su teoría de la interpelación ideológica. Según Althusser, la Ideología interpelaba a los hombres en tanto que sujetos, y les permitía reconocerse a si mismo como tales. Es decir, construía también sus identidades. Esta interpelación ideológica se reproducía de manera masiva a través de los Aparatos Ideológicos del Estado (AIE), de los cuales los medios de comunicación son parte activa en las sociedades del capitalismo contemporáneo. (2)
Situándonos en este marco, tenemos que analizar cual ha sido la posición que han tomado los principales medios de comunicación y sus líderes de opinión frente a la candidatura de Susana Villarán.
Durante el inicio de la campaña de Villarán, cuando esta tenía tan solo un 4% de apoyo, varios de los líderes de opinión medios de la prensa escrita y televisiva saludaban su candidatura por ser una alternativa diferente y representar a una “izquierda moderna, emprendedora y liberal”, tal como la misma candidata se describía. Pero, al comenzar el repunte de la candidata de Fuerza Social la posición de los líderes de opinión de los principales medios de comunicación se partió. Por un lado estaban, aquellos como los diarios Correo, La Razón y los programas televisivos de Cecilia Valenzuela y Aldo Mariátegui que se dedicaron a tratar de demoler sistemáticamente la candidatura de Villarán acusándola de albergar en su lista de regidores a grupos”radicales” como Patria Roja, quienes le hacían “vivas a las Farc”, “emprendían acciones violentistas”, y además apoyaban a “dictadores como Fidel Castro y Hugo Chávez” (3). También, se publicaron titulares que presentaban a Susana Villarán con el puño en alto comparándola con Abimael Guzmán y “grupos terroristas”(4). Cabe destacar que casi ninguno de estos medios y líderes de opinión habló sobre los vínculos de Lourdes Flores con el narcotraficante Cataño o las acusaciones de corrupción contra Kouri cuando este estaba aún en campaña.
Esta posición que es la mayoritaria está secundada, aunque en menor medida, por diarios como El Comercio, La República, Perú 21 y la mayoría de canales de televisión y sus respectivos programas periodísticos.
La otra posición es la que manejan algunos líderes de opinión como Jaime Bayly y Rosa María Palacios, y un diario y columnistas de diarios. Bayly apoya abiertamente la candidatura de Villarán por ser un “rostro nuevo” y una “izquierda moderna” que “cree en el libre mercado” y en la “democracia “frente a una imagen gastada”,” marcada por la derrota” y la “corrupción” como la de Lourdes Flores. Pero, el “problema” esta en que tenga en su lista a gente “radical y atrasada” como Patria Roja, que “no cree en la democracia” (5). Rosa María Palacios trata de “mantenerse al medio” y no sentar posición por las candidatas, pero al igual que Bayly le reclama a Villarán tener en su lista de regidores a Patria Roja. (6) Los otros que la apoyan son el diario La Primera y columnistas e intelectuales que proceden de la izquierda.
La posición mayoritaria construye un discurso ideológico basado en el terror mediático para tratar de menoscabar la imagen de Villarán y sus aliados políticos. Para esto presentan a la izquierda como retrograda y violentista y opuesta al “progreso”, entendido este como la preservación de la democracia y los valores de la sociedad de mercado. Para esto, usaremos un concepto que Slavoj Zizek toma de Lacan: el point de capiton o punto de acolchado. Este consiste en que existe un significante amo que atrapa a los demás conceptos como en una especie de red, estableciendo una jerarquía, un “designante rígido” entre los conceptos subordinados y el amo que es el que da la pauta principal (7). Entrando al caso concreto que estamos analizando. Aldo Mariátegui y Cecilia Valenzuela manejan una idea de lo que es la izquierda. Para ellos izquierda es sinónimo de violentista, terrorista, estatista, atrasado, comunista leninista-maoísta, entre otras cosas. Todas estas ideas están subordinadas al significante principal izquierda, que es sobre el cual ellos construyen el discurso ideológico que transmiten en los medios de comunicación donde se expresan.
Esta ofensiva lanzada por estos medios de comunicación y líderes de opinión curiosamente ha conseguido el efecto inverso. La saturación de contenidos alusivos a Susana Villarán y sus aliados de Patria Roja, más que demoler su campaña la ha hecho más conocida.
La izquierda y el juego democrático
Se pueden ver las contradicciones y los diversos matices que existen entre los líderes de opinión. Tenemos a posiciones que están decididamente en contra de que Villarán llegue a la alcaldía y otras que la apoyan poniéndole ciertas condiciones, como Jaime Bayly, quien comparte muchas de las ideas que expresa el discurso de la posición liderada por Aldo M y Cecilia Valenzuela como el anticomunismo, el antiestatismo, pero con algunos matices. El si cree que “la izquierda moderna es una opción, que debe desplazar la vieja izquierda retrógrada”.
Pero, entonces. ¿Qué es la izquierda? ¿Qué rol ha jugado en estas elecciones municipales y en la subida de Susana Villarán? La primera pregunta es muy difícil de responder. Hoy en día el amplio espectro de la izquierda abarca desde posiciones ambientalistas, feministas, defensores de la diversidad sexual, liberales y en menor medida marxistas. Definitivamente, la izquierda que apoya hoy a Susana Villarán es muy distinta a la que participó en el paro del 77, en la constitución de la Izquierda Unida, la que luchaba por la toma del poder, la que tenia presencia en los sindicatos obreros y campesinos.
Después de la caída del muro de Berlín, La Unión Soviética y el campo socialista, la política represiva de la dictadura fujimontesinista, que desarticuló sindicatos, y cambió la constitución implementando el neoliberalismo, la izquierda se quedó en el aire. La falta de nuevos cuadros, la burocratización de sus dirigencias y su falta de autoridad moral hicieron que esta perdiera su base social.
Frente a esto muchos líderes se pusieron a analizar el contexto y fueron tentados una vez más por el discurso democrático. Ya antes estaba la experiencia de Izquierda Unida, con la cual, ya habían conseguido el municipio de Lima y casi habían conquistado la presidencia de la república. Sin embargo, en este nuevo contexto una izquierda debilitada y sin base social no estaba en condiciones de imponerle sus reglas de juego al sistema democrático imperante. Lo único que hizo fue dejarse absorber por este. Así, les impusieron la nueva ley de partidos políticos, la valla electoral entre otras restricciones.
Pese a todo, la izquierda siguió participando en esas condiciones oprobiosas cosechando derrota tras derrota dentro del juego democrático. Pero, y ¿en que consiste esto? El discurso democrático se estructura de manera similar a cualquier otro discurso. Tomando nuevamente a Zizek y su concepto de punto de acolchado, existe un significante amo, en este caso seria la democracia, que subordina a otros conceptos como libertad de elegir, representatividad, participación, entre otros. Entonces ¿Cual es lo nuevo? Que le han hecho creer a la población y a la izquierda que “después de la caída de sus grandes paradigmas” la única forma de hacer política es a través de la participación electoral, y que toda forma de expresión que no concuerde con esto como los paros, marchas, huelgas, están fuera del juego democrático y atentan contra él.
Entonces, nos es casual de que a Bayly le parezca bien que exista ahora una “nueva izquierda liberal y democrática” que apoya el libre mercado, que reniega de la lucha de clases, del marxismo, y “que es necesario apoyarla para deshacerse de la vieja izquierda que atenta contra la democracia”. En pocas palabras, la derecha está construyendo la izquierda que necesita, mientras que lo que queda de la izquierda marxista sucumbe ante el discurso democrático para poder sobrevivir y se adhiere a este tipo de opciones. Esto ya le paso a la izquierda europea, que terminó asimilándose al sistema democrático dejando de lado un programa de poder, fundando los estados socialdemócratas, cuya época de bonanza acabó con el neoliberalismo.
Hace poco, el día 29 de agosto, en el local del SINATBAN se realizó un debate entre algunas organizaciones de izquierda que hasta el momento se habían mantenido al margen de la campaña. Algunas organizaciones plantearon que el porcentaje de intención de votos que reflejaba Villarán eran votos conscientes de la izquierda. Que las posiciones de izquierda habían ganado terreno. Craso error. La izquierda o lo que queda de ella, no ganó nada. Una izquierda sin base social no puede ganar votos conscientes porque no tiene ningún respaldo. Solo basta contrastar la intención de voto para las elecciones presidenciales con las municipales y nos daremos cuenta que la misma gente que piensa votar por Susana Villarán piensa votar también por Keiko Fujimori o por Castañeda. Lo que pasó fue que Kouri fue tachado, y los votos que iban ir para él se repartieron. Este desliz benefició grandemente a Villarán quien creció y supo ganar hábilmente (hay que reconocerlo) los votos de otros sectores. Esto también, como ya lo hemos esbozado antes, gracias a que algunos líderes de opinión le dieron su respaldo. Mas bien los que más puntos le quitó fue si alianza con el Movimiento Nueva Izquierda (MNI) asociado a Patria Roja, quienes de alguna u otra manera son los apestados de la campaña por ser un partido que tiene el nombre de comunista y encima de rojo (quizás rezagos de un pasado que quieren olvidar), a pesar de estar inscritos como partido legal y participar dentro del juego democrático.
Bueno, es posible que Susana Villarán gane las elecciones municipales. ¿La izquierda revolucionaria que gana?
*Antropólogo UNMSM
(2) ALTHUSSER, Louis. Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado. En: ZIZEK, Slavoj. Ideología. Un mapa de la cuestión. Siglo XXI. Mexico. 2002.
(5) http://www.youtube.com/watch?v=QtZxPwnmMfs&feature=related http://www.youtube.com/watch?v=K-6scfnl6uM&feature=related
(7) ZIZEK, Slavoj. El sublime objeto de la ideología. Siglo XXI. México, 1992. pp. 134-141.
Muy buen análisis, tenemos que empezar a pensar la democracia misma como un discurso aglutinante de las clases dominantes. Sin embargo hay que tener en cuenta algo, las masas no se adhieren tan fácilmente a los mensajes de los medios de comunicación, es decir, son un arma de la burguesía, pero, las clases oprimidas tienen un potencial creativo que, en ocasiones, rebasa el poder de los medios. Por otro lado, es cierto que Villarán no representa a la izquierda revolucionaria, sin embargo su candidatura puede ayudar a borrar el estigma que lleva la izquierda desde los 8o principalmente por las acciones de SL. La gente no vota por ella porque sea de izquierda, pero su candidatura puede ayudar a que un discurso realmente de izquierda sea más digerible, aceptable. De cualquier modo, las masas no son de izquierda, las masas son simplememnte, cuando la opresión es implacable, revolucionarias.
ResponderEliminarenemigotoxico.blogspot.com
Muy buena interpretación del proceso. Por estos tiempos y por este medio están que comienzan a aflorar ideas. Utilizas muy bien el concepto de Zizek, el cual sería muy interesante "aplicarlo" a los discursos burgueses. Compartimos una visión muy optimista de Althusser, quien ha dotado de muchas herramientas teóricas al Marxismo; aunque a algunos dogmáticos no les guste la idea. Venceremos compañero
ResponderEliminarAlthusser, Althusser, Althusser, lamentablemente muy preñado de idealismo...no niego sus aportes, pero tampoco niego sus errores...en fin dudo mucho que la candidatura de Villarán beneficie en algo siquiera a la izquierda verdaderamente revolucionaria...¿ayudar a que el discurso de izquierda sea más digerible?...eso no depende de la candidatura de nadie...en el mejor de los casos lo que pasará es que las masas identificarán el discurso de "izquierda" con las elecciones burguesas, el "libre mercado", la municipalización de la educación y el reformismo, que dicho sea de paso, son la esencia del programa municipal de Villarán...saludos...
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